5 formas de afrontar el miedo

En ocasiones la vida nos enfrenta a situaciones como la enfermedad, la pérdida de un ser querido, el maltrato físico o psicológico, el abandono, entre otros. El miedo no nos deja pensar en las posibles soluciones y entramos en un momento de estrés extremo que nos paraliza y no nos deja actuar. Es ahí donde la resiliencia entra a jugar un papel fundamental porque nos da la capacidad de tomar decisiones acertadas y salir fortalecidos.

Por eso, cuando tenemos el cuidado de algún familiar que tiene una enfermedad degenerativa o terminal, donde hay muchos miedos y angustias, utilizar todas nuestras habilidades personales y sociales nos evitará caer en la depresión o la culpa. 

Sin embargo, muchas veces no sabemos cómo y nos quedamos en el mismo círculo vicioso sin resultados positivos. Acá te damos 5 claves que te ayudarán a ser más resiliente y tener herramientas que te ayuden a superar esos períodos complicados: 

1. Entender la situación: Una de las mejores formas de encontrar soluciones es salirse del problema y mirarlo de forma objetiva, siendo honestos sobre nuestras habilidades, sentimientos y pensamientos para llegar a la raíz del problema. Al tomar distancia sobre lo que está pasando, podemos visualizar de forma más clara los recursos que tenemos y dejamos de lado el ego que nos limita y adormece. Enfócate en el presente y no te tomes todo como algo personal, así conseguirás tener claridad para tomar decisiones favorables.
2. Entender las emociones: Nos permite poder procesarlas y manejarlas para beneficio propio y de otros. No es rechazarlas y mucho menos esconderlas, es entender que hacen parte de lo que estamos viviendo y que con amor y comprensión podemos transformarlas en aprendizajes. Al mismo tiempo, hay quitarle el drama a lo ocurrido y entender que nuestros pensamientos, acciones y aptitudes son nuestras herramientas principales para enfrentar cualquier circunstancia.
3. Coherencia: Es necesario ser consecuentes con lo que decimos, pensamos y hacemos y si fallamos tener la valentía de reconocerlo y seguir adelante sin culpas, odios, ni manipulaciones. El ser coherentes les da seguridad a los que nos rodean, lo que ayudará a nuestra labor del cuidado. Por otro lado, vamos a tener claro cuando decir que NO a aquello que va en contravía con nuestras creencias y valores. Una persona resiliente es capaz de poner límites claros y de hacerse valorar con firmeza y sin dureza.  
4. Proyecto personal: No hay que dejar de lado aquellas actividades, trabajos o hobbies que nos dan satisfacciones en la vida y que nos llenan de alegría. El mantenernos activos mental y físicamente nos aleja de aquellos pensamientos negativos y fortalece nuestra autoestima. 
5. Apoyarse en los otros: No hay peor error que aislarse en momentos difíciles. Pedir ayuda y apoyarse en otros nos hace más resilientes. Además, aporta a nuestro aprendizaje y deja de lado la autosuficiencia para fortalecernos y superar cualquier adversidad. Sin embargo, también hay que sabe escoger las personas que van a estar a nuestro lado porque hay gente muy negativa que en vez de ser una apoyo terminan siendo una carga. Por eso, no dudes en alejarlas de tu vida y escoge a aquellas que te den tranquilidad, confianza y alegría.