¿Cuándo nos falla la memoria?
La falta de vitaminas, la depresión y una mala alimentación pueden ser los causantes de no retener información a corto plazo.
Hay momentos en la vida en los que se nos olvida una cita o el nombre de una persona que acabamos de conocer y lo identificamos con que nos estamos volviendo viejos. Sin embargo, son muchos los factores que determinan por qué se nos borran recuerdos o momentos y lo que debemos hacer para evitarlo.
Cuando hablamos de memoria nos referimos a la capacidad que tenemos los seres humanos de codificar, retener y evocar información de forma transitoria o permanente. Cuando nos desorientamos en lugares conocidos o se nos olvidan conversaciones, datos o citas de forma ocasional puede darse por descuido y no prestar la suficiente atención. También a medida que vamos envejeciendo nuestra capacidad para retener información es mucho más lenta y normalmente necesitamos más tiempo para aprender cosas nuevas.
Sin embargo, no es tan cierto que porque envejeces vas a sufrir de amnesia u otras patologías como alzhéimer o demencia senil; inclusive muchos de los adultos mayores saludables tienen mejor atención y puntaje en las pruebas de memoria que muchos de los jóvenes actuales y es porque son muy activos y tienen rutinas más saludables.
Se ha comprobado que la falta de vitaminas B6, B9 y B12 al igual que algunos medicamentos pueden ser los causantes de provocar pérdida de memoria ocasional. De la misma forma, una mala alimentación, problemas de tiroides, riñones, hígado, ansiedad, estrés, ira o depresión son factores que pueden afectar la recepción y retención de información.
Ahora bien, hay consejos que ayudan a mejorar nuestra atención y así evitar olvidos o malos ratos:
- Entre lo que se recomienda esta utilizar calendarios, blog de notas y alarmas en el celular para recordar fechas importantes, toma de medicamentos o lista de tareas diarias lo que ayudará a que la mente las tenga presente y así poder realizarlas con tiempo.
- Mantener una vida social activa. No hay que olvidarse de los amigos y familiares y realizar actividades y pasatiempos con ellos.
- Hacer una rutina de ejercicios físicos como caminar, trotar, montar en bicicleta, hacer yoga son necesarios para un buen funcionamiento del cerebro y contrarresta el estrés la ansiedad y la depresión.
- Una dieta saludable y menos alcohol y cigarrillo son fundamentales para mantenerse sano y evitar la pérdida de memoria.
- Dormir bien en la noche es fundamental para el cerebro. Cuanto más saludable y activo este nuestro cerebro mejor funcionará.
Atención al adulto mayor
A medida que envejecemos existen cambios psicológicos, socioculturales y orgánicos que afectan la memoria. Hay una disminución auditiva y visual importante lo que provoca aislamiento y falta de interés por las actividades sociales ya que afecta la recepción y comunicación. A esto se le suma la inseguridad en nuestras capacidades y habilidades lo que conlleva a la ansiedad y depresión.
Por eso es importante como cuidadores estar pendientes del estado emocional en que se encuentra nuestro adulto mayor porque un estado anímico disminuido causa la falta de memoria, aunque no significa que sea definitiva. Al perder interés en todo lo que les rodea, ellos empiezan a confundirse y olvidarse de las rutinas diarias y se aíslan de todo como si perdieran la razón. No por tener olvidos esporádicos ya se puede diagnosticar que sufre de Alzhéimer o algún tipo de demencia.
El no tener un cuadro exacto de lo que sucede, hace que los cuidadores terminen recriminando al adulto mayor y empeorando el problema porque creen que es más un descuido de la persona que un efecto de medicamentos, mala alimentación o baja autoestima que hace que la persona borre momentos de su vida.
Por eso, es importante hacer test y pruebas para determinar la raíz del problema y así poder determinar qué acciones tomar para evitar olvidos innecesarios. Así mismo, muchas veces se presenta un deterioro cognitivo leve, que aunque puede ser un indicio de que la persona va a padecer demencia, no afecta considerablemente el realizar actividades habituales. También se han presentado casos donde nunca empeora, pero si necesita de unos cuidados específicos para que la persona siga su vida normal.
De tal forma, que entre más calidad de vida les demos a nuestros adultos mayores como comer saludable, hacer ejercicio, tener una vida social activa y realizar actividades durante el día vamos a evitar que la memoria les falle y así evitar sustos y malos ratos.