Enfisema: Cómo enfrentarla

A medida que vamos envejeciendo nos vamos apegando más a nuestras cosas y a nuestro entorno y es más difícil afrontar los cambios que se nos presentan, en especial cuando son por problemas de salud que nos impiden seguir con nuestro ritmo de vida. 

En muchas ocasiones el tener que mudarse o dejar ciertos hábitos como el tabaco, el dulce o ciertas bebidas oscuras hacen que nos volvamos más irascibles e intolerables y manejemos ansiedad y depresión porque ya no podemos hacer lo que más nos gusta.

Es el caso de Diego que a sus 78 años padece de enfisema pulmonar también conocida como EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) desde hace 7 años. Para él ha sido una condición que le ha ocasionado cambios drásticos en su vida porque le ha tocado tener que mudarse de una casa de dos pisos a un apartamento para evitar la escaleras, usar oxigeno permanente, evitar lugares muy contaminados y dejar de fumar definitivamente.

Todo empezó cuando sintió que se quedaba sin oxígeno al caminar a la oficina, la tos ya no solo era en la noche sino también durante el día y cada vez estaba más cansado y fatigado. Así que le tocó ir al médico con la convicción que lo más seguro era que debía dejar el cigarrillo y que ya todo volvería a estar bien. Sin embargo, el daño ya estaba hecho y ya padecía enfisema pulmonar, una enfermedad que se produce por la destrucción de los tejidos del pulmón y estos ya no se regeneran por lo que se vuelve crónica, progresiva e irreversible.  

Aunque existen campañas de prevención para evitar esta enfermedad, sigue siendo una de las más comunes en especial en hombres mayores de 60 años y es causada por estar en ambientes muy contaminados y por fumar por un largo periodo de tiempo. 

Durante los primeros años de la enfermedad Diego casi no se adapta a sus cambios de vida porque tuvo que dejar de fumar definitivamente, hacer ejercicio y alimentarse mejor. Sus altibajos emocionales acompañado de las ganas de no moverse fueron una constante, al igual que no utilizaba el oxígeno frecuentemente lo que generó episodios de exacerbación y tuvo que ser hospitalizado varias veces. 

Una de las principales recomendaciones del médico es que debe utilizar de forma permanente el oxígeno lo que irritaba a Diego porque el portátil es muy pesado, estorboso y hay que recargarlo constantemente lo que era un problema en especial cuando quería encontrase con sus amigos. De la misma forma, sentía que la cánula le secaba la boca y las fosas nasales y en las noches el ruido del aparato no lo dejaba dormir bien.

Después de varios ensayos y con la ayuda de su esposa e hijos él empezó a hacerse a la idea de que la mejor opción era aceptar los cambios de vida y buscar soluciones para adaptarse a su nueva condición. Empezó a usar gel de aloe vera para lubricar las fosas nasales tres veces en el día en pequeñas cantidades para no afectar la entrada del oxígeno. También encontró un equipo portátil más funcional para cuando tenga que salir de casa y compró una cánula muy larga para sacar del cuarto el equipo para que no lo molestara en las noches. 

Sin embargo, seguía sin comer bien y sin muchos ánimos para caminar ni hacer ningún tipo de movimiento. El doctor le mandó a un fisioterapeuta para que le indicara qué ejercicios podía realizar para mantener los músculos fuertes y evitar problemas circulatorios y así agravar el problema respiratorio. Y es que las personas que sufren enfisema deben usar de manera más efectiva la forma de respirar y así tener más energía para realizar las rutinas diarias y participar en otras actividades que lo motiven y lo hagan feliz.   

Por otro lado, la alimentación es fundamental porque necesita tener las defensas altas y así evitar gripas que se agraven y terminen en neumonía que en su condición puede ser mortal. Así que a pesar de los cambios y de tener que vivir con ciertas limitaciones, Diego ha aprendido a sobrellevar la enfermedad con la idea de disfrutar cada momento con su familia.