La soledad es el mal moderno. A pesar de la cantidad de formas para comunicarnos como las redes sociales, los celulares, video conferencias, entre otros, el ser humano está cada vez más solo.  Muchos estudios demuestran que las personas que sienten aislamiento, abandono o les falta compañía tienden a enfermarse más rápido y a vivir menos.[1] Es más, se ha llegado a la conclusión de que dichas personas son más propensos a sufrir de Alzheimer o demencia senil.

La mayor complicación es creer que no cuentan con alguien que los cuide o proteja y este sentimiento genera aislamiento lo que conlleva a no aceptar ayuda de ningún tipo. Al encerrarse en ellos mismo pierden el cuidado personal y se quedan en rutinas malsanas como desórdenes alimenticios, tabaquismo y sedentarismo lo que produce problemas respiratorios, cardiacos, diabetes, obesidad, entre otros.

Es el caso de Ingrid que a sus 55 años y con una muy buena pensión que heredo de sus padres, vive sola pues no tiene hermanos y tampoco pareja o hijos. Ella a pesar de buscar actividades en su casa no logra mantenerse por mucho tiempo en un mismo oficio y su única afición es fumarse 2 paquetes de cigarrillos diarios. A pesar de que tiene primos y amigos que la estiman, ella cada vez se aísla más.

A eso se le agrega que como tiene medios económicos, ella considera que todo el que se le acerque es por su dinero y no por lo que ella es. Con sus vecinos mantiene una pésima relación porque para ella son escandalosos, chismosos y desagradables. De la misma forma, cada día se sienten más sola y se queja constantemente que nadie se preocupa por ella o por sus circunstancias sin llegar a encontrar soluciones a largo plazo. 

El caso de Ingrid es más común de lo que se cree y a esto se les suman las personas mayores que han sufrido el fallecimiento de su pareja o amigos y sus hijos viven lejos. Muchos de ellos viven soledades impuestas y no por decisión propia lo que hace más difícil su adaptación y aceptación.

Sin embargo, la solución a todas las adversidades de la vida es ponerle positivismo y cambiar formas de pensar a pesar de las circunstancias. El primer paso es aceptar la situación para poder afrontarla y tomar medidas. Entender que a pesar de vivir sólo puede encontrar distracciones que le permitan moverse en círculos sociales donde se sienta protegido y tranquilo y así sobrellevar la soledad de la mejor manera.

Estas actividades como hacer yoga, tomar clases de pintura, vender productos multinivel, ser voluntaria en la iglesia o participar en clubes de lectura organizadas por librerías pueden ser de gran ayuda para encontrar un grupo de gente que anda en la misma situación y que comparte los mismos intereses. No hay que descartar que en la medida en que se mantienen relaciones sociales estables y duraderas hay un menor riesgo de sentirse solo.

Sin embargo, con estos tiempos modernos el buscar algo eterno puede ser contraproducente. El objetivo es compartir con otros, sentirse parte de una comunidad y adaptarse a otras formas de ver la vida y el mundo. En la medida en que se abran las puertas son múltiples las opciones de vivir más agradable y placentero.

Por eso, hay que asistir a los eventos a los que te inviten así te parezcan aburridos o poco interesantes.  De la misma forma, ser amable y cordial con la gente en el ascensor, con los porteros, con los de la tienda es una ganancia a largo plazo. La tacañería y el mal genio solo hacen que la gente salga corriendo y se produce el efecto contrario.   

También es importante buscar soluciones en caso de alguna emergencia de salud para estar tranquilo y seguro. Desde conseguir planes médicos donde incluyan medicina en casa o contar con una red de vecinos o amigos que vivan en la zona o familiares que puedan entrar a la casa en caso de necesidad, son alternativas viables e indispensables para emergencias.

Finalmente, el hecho de contar con amigos no significa que tengas que andar con ellos a todas horas. Disfrutar momentos en soledad puede llegar a ser un disfrute para hacer lo que más te guste y así mismo fortalecer tu autoestima sin necesidad de tener que estar pegado a las redes sociales o buscando compañías nocivas. Todo en su justa medida te llevará a tener una vida saludable y feliz.

[1] “El trabajo más reciente, realizado por científicos de University College de Londres entre mujeres mayores de 52 años, mostró que las personas aisladas socialmente tienen un 26 por ciento más de riesgo de morir prematuramente.” https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/la-soledad-peor-enfermedad/355864-3