Mantenerse activo para sentirse vivo
Está comprobado que hacer ejercicio físico sube la autoestima y fortalece nuestro sistema inmune.
Son muchos los beneficios que se obtienen cuando realizamos un entrenamiento físico, desde evitar enfermedades cardiovasculares hasta contrarrestar la neurosis, ansiedad, depresión y estrés emocional. Ahora bien, antiguamente realizar ejercicio estaba relacionado únicamente con perder peso o tener el cuerpo perfecto, pero eso se ha revaluado y más allá de tener un estomago plano o quitarse los kilos de más, mantenerse activo es fundamental para liberar tensiones y tener una vida sana.
Erróneamente creemos que por tener algún limitante físico como problemas de rodilla o cadera o porque ya no somos lo suficientemente jóvenes no podemos realizar actividades físicas y mucho menos algún deporte. Sin embargo, hay ejercicios acostados o sentados que son muy útiles para tonificar y fortalecer músculos y aumentar la fuerza. Estos son muy recomendados porque dan mejor y mayor movilidad e independencia y esto mejora la calidad de vida.
Lo más importante a la hora de realizar alguna actividad física es encontrar la que más nos guste y este a nuestro alcance. Una de las más comunes y recomendadas es caminar porque es muy simple, no necesita ni entrenador, ni aparatos especializados y puedes hacerlo en tu casa o al aire libre. Ahora bien para los que quieran algo un poco más exigente pueden nadar, montar en bicicleta, trotar o hacer yoga.
Lo más importante a la hora de hacer algún tipo de ejercicio físico es ser constantes. De nada sirve realizar de manera extrema una semana de entrenamiento si a la siguiente el cansancio o el dolor no lo dejan continuar. Por eso, cuando inicies, lo mejor es hacerlo de manera gradual (arrancar 15 minutos de ejercicio continuo e ir aumentando poco a poco hasta un máximo de 60 minutos) y con la idea de hacerlo a diario para estimular nuestra actividad cardíaca y pulmonar.
De la misma forma, tener cuidado con las posturas, la respiración y la exigencia porque un ejercicio mal orientado puede ser más dañino para la salud que el no realizarlo. No hay que olvidar que para evitar lesiones o fracturas lo mejor es hacer estiramientos antes y después, usar ropa cómoda, no utilizar accesorios como aretes, pulseras, collares y siempre llevar puestos unos buenos tenis. Además, estar pendiente de tu ritmo cardíaco, estar bien hidratado y buscar siempre sitios ventilados y limpios.
Por otro lado, si sufres de sobrepeso, eres un adulto mayor o tienes alguna enfermedad cardíaca lo mejor hacerse una valoración médica antes de empezar un acondicionamiento físico para saber qué tipo de recomendaciones son aplicables para cada caso.
En el momento en que empiece con su rutina diaria habrá momentos en que te sientas cansado y vas a querer desistir. Hay que escuchar tu cuerpo. Muchas veces vamos aumentado el ritmo sin darnos cuenta y no le damos el tiempo de recuperación al organismo. Por eso es recomendable descansar uno o dos días y si aún sientes que no tienes las fuerzas para continuar, disminuye la intensidad, tómatelo con calma y no dejes de hacerlo.
Finalmente no importa si lo que se quiere es ser más flexible, o tener más fuerza, o ser más resistente, lo esencial es seguir un ritmo, ser constantes y no esperar grandes resultados en poco tiempo. Una actividad física durante 20 minutos diarios nos ayuda a sentirnos físicamente bien, nos sube la autoestima y mantiene nuestro cuerpo fuerte y saludable.