Una buena alimentación es fundamental en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, entre más pasan los años más restricciones y cuidados hay que tener para un buen funcionamiento diario. Por eso, si tienes a cargo un adulto mayor es necesario saber qué tipo de alimentos son más favorables y en qué proporciones para motivarlo a comer bien sin mayores traumatismos y así evitar malnutrición, obesidad, depresión, anemia, entre otras enfermedades.  

Para manejar una dieta saludable hay que tener en cuenta estos cuatro consejos para que nuestros adultos mayores estén más saludables y felices. 

Cinco comidas diarias

No importa la edad que tengas, el cuerpo necesita alimentarse regularmente durante el día para evitar problemas de azúcar como hipoglicemia o diabetes y tener una buena digestión. Por eso hay que consumir cinco comidas diarias (tres principales y dos alternas) que contengan las vitaminas, carbohidratos, proteínas, grasas y calorías de acuerdo con la edad y condición.

Aunque no todos los organismos son iguales, es recomendable manejar horarios y rutinas con menús distintos para cada día y alimentos sanos entre comidas como queso pera, almendras, frutos secos, frutas y yogurt. Cuando se envejece es aún más necesario seguir esta dieta pero en porciones más pequeñas con una alta dosis de proteínas, vitaminas y agua.   

Alta Proteínas

A medida que envejecemos gastamos menos energía por la disminución del ejercicio y menos cantidad de masa muscular. Por eso es necesario consumir menos calorías[1] en nuestras comidas y más proteínas como el pollo, la carne y el pescado. Sin embargo, para los adultos mayores es poco provocativo este tipo de alimentos porque se les dificulta masticar y el cuerpo se demora más en digerirlos. Para esto, lo mejor es preparar estos alimentos en puré o remplazarlos por granos (fríjoles, garbanzos, lentejas) o huevo y cocinarlos de forma atractiva. Los expertos recomiendan buscar técnicas culinarias como el marinado o en encurtido para incrementar el sabor y estimular el apetito.

Mucha agua y fibra

Las frutas, los jugos naturales, caldos e infusiones de hierbas aromáticas son fundamentales para mantenerse hidratado. Con la edad el porcentaje de agua en el cuerpo disminuye y al mismo tiempo la sensación de sed es menor y por eso se bebe menos agua. Los nutricionistas recomiendan incluir en el menú diario de 8 a 12 tazas de líquido por día y consumir la mayoría preferiblemente entre comidas. También es importante complementarlo con alimentos ricos en fibra como cereales integrales y frutas como la papaya, la ciruela y la piña para ayudar al buen funcionamiento del tránsito intestinal.  

Calcio y Vitamina D

Muchas veces creemos que solo con un alto grado de proteínas, agua y fibra ya la dieta esta equilibrada y nutritiva. Sin embargo, en personas mayores de 50 años el cuerpo necesita una alta dosis de calcio, hierro y vitamina D y B que se encuentran en alimentos como lácteos, verduras de hojas verdes, sardinas, mariscos y frutos secos que se deben incluir en las comidas diarias. Ahora bien, si hay una deficiencia mayor se recomienda ingerir complementos dietarios o vitamínicos preferiblemente la cantidad que el médico tratante recomiende para mantenerse activo y evitar complicaciones a futuro.  

[1] Según Consuelo Hernández, editora de salud180.com “La recomendación es dividir las 1600 calorías en porciones de cada uno de los grupos incluidos en la pirámide nutricional: Pan y cereales: seis porciones, Vegetales: tres porciones, Frutas: dos porciones, Leche y sus derivados: dos porciones, Proteína: dos porciones, Grasas: Usar con moderación. https://www.salud180.com/adultos-mayores/una-buena-alimentacion-para-adultos-mayores